domingo, 1 de febrero de 2015

- Y de repente a la noche, empieza a caer ese rocío, frío y oscuro.
Y de repente circula por todo mi cuerpo. Y lo siento en el pecho, en los dedos, en los pies y todo mi cuerpo se siente incómodo. No. Me siento incómoda en mi cuerpo. Y en realidad es una llovizna que va tomando fuerzas. Entonces me aferro a las sábanas y me cubro por completo. Y respiro hondo. Saco el aire por la nariz, soñando que esa galaxia tan oscura salga de mí. Humo de un cigarrillo.
Pero no sale. Insiste. Y yo no puedo más que ser un espectador y ser parte. Pero sin mover las cosas de lugar.
Y sigue insistiendo. No salen. Y sé que en unas horas la alarma va a sonar y pido que pare.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario